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Defensores del público en la prense LatinoAmericana: Un trabajo complejo que busca consolidarse

Prof. Flavia Pauwels of the University of Buenos Aires is a scholar of ombudsmanship
in Latin America, Spain and Portugal. Here is her scholarly assessment of the
growth of the institution in Latin countries. An English translation to follow shortly.

 

Resumen:

Al iniciarse 2010 al menos treinta experiencias de Defensorías del público se encontraban en funcionamiento en los medios de comunicación de América Latina. No sólo en diarios, sino también en medios audiovisuales, particularmente en aquellos de gestión pública. El trabajo de los News Ombudsmen o Defensores en la región es complejo, debido a las dificultades económicas que atraviesan los medios, a las resistencias de los periodistas a la autocrítica y a la débil participación del público. Hace falta una mayor difusión de estos casos y el avance hacia algún tipo de organización regional que permita el intercambio de experiencias.

Al momento de describir el estado de situación de la figura del Ombudsman (también llamado Defensor, Ouvidor o Mediador) en la prensa latinoamericana, distintos investigadores coinciden en remarcar que se trata de un proceso que todavía se encuentra en desarrollo.

Susana Herrera Damas y Rosa Zeta de Pozo (2005) concuerdan con Zaira Sánchez Piña (1999) en señalar que la implementación de esta forma de autorregulación en los medios de comunicación de la región ha sido “reciente”. Es necesario tener en cuenta que -si bien el primer caso se registró en 1989 en el diario brasileño Folha de San Pablo- fue en la década del 90 cuando “la figura empezó a generalizarse y darse a conocer” en otros países.

Gerardo Albarrán de Alba (2002), en tanto, al comparar el surgimiento de este mecanismo en la prensa norteamericana y europea con respecto a la latinoamericana, concluye que en ésta última “su aparición ha sido tardía”. Germán Rey (2003) también se refiere a los “pocos años” transcurridos desde 1989, lo que según su visión, hace que los Defensores de la región deban enfrentar un “oficio nuevo”, todavía “en construcción”.

Desde 1989 a la fecha se han registrado experiencias de Defensorías del público en casi todos los países de América del Sur y en algunos de América Central (Ver Anexo). Sin embargo, no han estado exentas de dificultades surgidas por motivos económicos , por conflictos con los periodistas o directivos y por la débil participación del público , lo que ha terminado en algunos casos con la desaparición de los cargos.

Por parte de las empresas periodísticas, se observa en la región la influencia, al momento de iniciar este tipo de experiencias, de lo hecho al respecto por el diario español El País. Su Defensoría del Lector (vigente desde 1985) y el Estatuto que rige su actuación, han sido fuente de inspiración para los medios locales.

Ahora, si se analizan las motivaciones de los medios para implementar este mecanismo de autorregulación, los objetivos declarados apuntan a mejorar los canales de comunicación entre el público y los periodistas. Sin embargo, y tal como señala Albarrán de Alba (2002), en los hechos “el alcance del defensor del lector latinoamericano tiene diverso acento”: a veces señala “el desarrollo de una conciencia ética de la redacción” o de “una voluntad empresarial de cambio”. En otros, simplemente se trata “de un instrumento de control interno” o de una mera “apariencia” para tratar de conquistar lectores.

La participación del público, en tanto, y su conciencia acerca de que la información también es un derecho humano que se debe ejercer, aparece como un aspecto que todavía sigue siendo necesario trabajar. En este sentido, Rey (2006) es claro al indicar que en Latinoamérica “aún es precaria la participación de la sociedad civil, los procesos de transparencia y las actividades de rendición de cuentas”. Un concepto similar al expresado por Caio Tulio Costa (2006: 11), el primer Ombudsman del diario brasileño Folha, quién acerca de su experiencia indicó que le tocó “implantar un servicio de atención al ciudadano en un país donde la ciudadanía no llega a ser una noción, es un deseo difuso y una posibilidad distante”.

También el carácter foráneo de la figura parece agregar otra dificultad para su afianzamiento en la región. Al menos, así lo analiza el ex Defensor del diario español El País, José Miguel Larraya (Ortiz, 2009: 80) cuando se refiere a las diferencias existentes entre el tipo de sociedad en la que surgió el Ombudsman con respecto a aquellas de raíces latinas. En este sentido, señala que “la figura del Ombudsman responde a una mentalidad anglosajona”. Por eso considera que “si hay un cierto escepticismo en las sociedades latinas sobre este tipo de funciones, es en parte razonable”.

Por otra parte, aparece la dificultad de determinar cuántos Defensores del público u Ombudsman actúan en la prensa latinoamericana. En un rastreo hecho para la Maestría en Periodismo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se ha podido determinar que en 2010 se encontraban activas, al menos, treinta Defensorías distribuidas en Argentina, Brasil, México, Colombia, Ecuador y Venezuela (Pauwels, 2010).

Sin embargo, la falta de una agrupación regional y el escaso número de Defensores latinoamericanos que integran la Organization of News Ombudsmen (ONO) complica el establecimiento de un número más certero. Existen intentos de avanzar en algún tipo de intercambio regional entre quienes ejercen el rol, aunque por el momento sin organizaciones de tipo formal. Uno de ellos es el impulsado por Lucio Segovia, ex Defensor del lector y la lectora del diario venezolano El Nacional, quien creó un grupo virtual para que sus colegas de distintos países puedan enviar sus artículos, compartir informaciones y debatir aspectos vinculados con el oficio.

En cuanto a la ONO, Albarrán de Alba (2002) llama la atención acerca de la “ignorancia” que tiene esa organización internacional acerca de la “mayoría” de los Defensores latinoamericanos. Situación también advertida por los brasileños de Folha. Junia Nogueira, la primera mujer en ocupar este tipo de cargo en ese diario, señalaba que la ONO le parecía “una entidad distante” (Costa, 2006: 258). En tanto, su colega Marcelo Beraba marcaba “la fuerte influencia de los diarios norteamericanos” en la entidad y la necesidad de “redefinir su rumbo y ampliar sus cuadros a Europa y América Latina” (Costa, 2006: 279).

En similar sentido, se expresó el Ombudsman de TV4 de Suecia, Jaane Andersson (2009), durante la conferencia de la ONO de 2009 en Washington. Allí advirtió acerca del “dominio” de los Defensores estadounidenses en la Organización y cómo “todos los procedimientos, debates y presentaciones se hacen en inglés”. En este sentido, señaló que “debe invitarse” a colegas “franceses, españoles y portugueses” a “unirse” a la ONO.

Tales sugerencias no pasaron desapercibidas por la Organización que tras su conferencia anual de 2010 anunció que “uno de sus próximos pasos” sería incorporar material en “francés, español y chino” a su sitio web (Dvorkin, 2010).

Ahora, ¿cómo es ser Ombudsman o Defensor en América Latina? y ¿qué innovaciones se han registrado en los últimos años?.

Germán Rey (2006), ex Defensor del Lector en el diario colombiano El Tiempo, describe la tarea de quienes actúan en la región como “compleja”. Como ejemplo señala que mientras ejerció el cargo recibió “cartas de paramilitares, narcotraficantes, sicarios y políticos corruptos protestando por las informaciones que en la mayoría de las ocasiones eran verdaderas, pero que contrariaban sus intereses criminales”.

En cuanto al perfil de los Defensores latinoamericanos, dos trabajos coinciden en afirmar que si bien hay “dimensiones comunes” se observan “diferencias” en las formas de trabajo.

La Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) organizó en 2002 en Guadalajara (México) el Primer Seminario Internacional de Defensores del lector. Quienes ejercían, en ese entonces, este tipo de cargo marcaron como coincidencias su labor de “mediación”, el necesario carácter “autónomo del oficio”, las “limitaciones temporales” en el ejercicio de la función y el “trabajo con las demandas de la gente”. Las divergencias estuvieron relacionadas fundamentalmente con la “distancia” o “cercanía” que cada Defensor mantenía con los periodistas del medio (Rey, 2003).

En tanto, la investigación de Herrera Damas y Zeta de Pozo (2005) también concluye que, si bien las Defensorías del público en América Latina presentan “una variedad de formas”, tienen similares objetivos: “el fomento de la autocrítica, el diálogo interno y el respeto de la ética profesional”.

En cuanto a las innovaciones, aparece como un dato relevante en la región el surgimiento durante la primera década de 2000 de distintas experiencias de Defensorías en medios audiovisuales, sobre todo en aquellos de carácter público. Así lo demuestran los casos de Brasil, México, Chile Argentina y Colombia , aunque con distinta suerte, ya que algunos sólo han sido intentos de corta duración.

Constituye también una novedad la aparición en Brasil, a partir de 2007, de Defensores con competencias exclusivas sobre dos sitios de Internet (UOL e IG), lo que sigue ubicando a este país en la vanguardia con respecto a este tema.

Merecen citarse también a algunas Defensorías en particular por llevar adelante iniciativas que podrían ser fuente de inspiración para otras experiencias:

Por ejemplo, se destaca el diario mexicano Público de Guadalajara, por la forma de elección de su Defensor, quien puede ser propuesto no sólo por los consejos editoriales o los miembros de la redacción sino también “por cualquier lector interesado en el proceso” .

En algunos casos la participación del público se formaliza a través de Consejos que actúan complementando la labor de los Defensores. Esto sucede en medios brasileños como el diario O Povo y la Empresa Brasil de Comunicación (EBC).

Otras Defensorías se distinguen por ser promotoras de actividades o “servicios” que incluyen talleres abiertos a la comunidad, encuentros de estudiantes con periodistas, visitas a las instalaciones del medio y hasta la posibilidad de presenciar las reuniones editoriales. En este aspecto sobresalen el diario venezolano El Nacional y el mexicano Tabasco Hoy.

Tampoco hay que olvidar los intentos de distintas universidades por dotar a sus propios medios de comunicación de una figura como la del Ombudsman. Se trata de una forma de instalar entre los estudiantes la importancia de la autorregulación. Tienen o han tenido experiencias de este tipo: México (Universidad de Guadalajara ), Colombia (Universidad de Antioquia ) y Brasil (Universidad Católica de Santos, Universidad de Brasilia y la Pontificia Universidad Católica de Minas/Arcos ).

En tanto, algunas Defensorías comienzan a explorar otros caminos para estar en contacto con audiencias y periodistas, más allá de la información que pueden publicar en sus propios sitios en Internet (Pauwels, 2006). Algunas, como Radio Educación de México y Teleantioquía de Colombia cuentan con sus propios “perfiles” en Facebook, desde donde piden a sus seguidores sugerencias y propuestas. El Canal 22 de México, por su parte, sube los videos del programa “Defensor del Televidente” a YouTube y en El Colombiano de Medellín, Víctor Zuluaga Salazar ha utilizado la Intranet del diario para poner en marcha un “proyecto pedagógico” dirigido a los periodistas .

Otro aspecto queda por resaltar. Se trata de la coincidencia de tres gobiernos de la región (Argentina, Ecuador y Bolivia) en proponer la creación de Defensorías del público por ley, en particular, con competencias sobre los medios audiovisuales. Estas iniciativas, si bien se alejan de la concepción de las Defensorías como un mecanismo de autorregulación de la prensa, sí indican la actualidad de un debate referido a cómo el público puede presentar objeciones a los contenidos de los medios.

La “pedagogía del Derecho a la Información” es el fin superior del trabajo de los Defensores. Así lo ha explicado Javier Darío Restrepo (2003, Marzo), no solo un referente en materia de ética periodística en la región sino también alguien que conoce esta labor desde adentro, ya que encarnó el rol de Defensor en medios colombianos en dos oportunidades. Tal “pedagogía” debe ir dirigida en dos sentidos: hacia el público y hacia los propios periodistas. Este esfuerzo requiere, en el panorama latinoamericano, necesariamente de un trabajo colectivo.

Es por ello que las Defensorías del público de la región necesitan de una mayor difusión. A nivel social, para que el público participe con sus observaciones y deje de ser “una mayoría silenciosa” (García Posada, 2007, Enero 7). A nivel profesional, entre los dueños de los medios y los propios periodistas, para lograr el compromiso de los primeros -en cuanto a la independencia y autonomía de los Defensores- y la cooperación de los segundos, en la respuesta al público y en la corrección de los errores. A nivel institucional, se hace necesario también aunar esfuerzos y tejer redes de cooperación con escuelas, universidades, organizaciones no gubernamentales, gremios del sector, etc.

Allá, por 1993, la revista argentina La Maga –la primera en tener Ombudsman en este país- lo caricaturizaba como una especie de Superman: un hombre de gesto adusto y postura firme que calzaba botas, llevaba una capa y en su pecho una insignia con una gran letra “O”. Seguramente, los Defensores lejos están de tener esos poderes sobrenaturales para cambiar por sí solos el estado de las cosas en materia de medios. Ellos son, todavía, una minoría en los medios de comunicación de Latinoamérica. Sin embargo, sus trabajos requieren de nuestra atención, porque marcan uno de los caminos posibles, no el único, por el que puede transitar el Derecho a la Información.

(*) Flavia Pauwels es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires (Argentina), carrera en la cual se desempeña como profesora. Cuenta con un postgrado en Planificación y Gestión de la Actividad Periodística y ha cursado también la Maestría en Periodismo en la mencionada universidad, donde se ha especializado en la figura del Ombudsman de la prensa o Defensor del público. Para su Tesis de Maestría ha estado en contacto en los últimos cinco años con Defensores o ex Defensores de Argentina, Brasil, Colombia, México, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Panamá, España, Estados Unidos, Inglaterra, Holanda, Sudáfrica y Dinamarca.

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Tomado de: http://newsombudsmen.org/articles/articles-about-ombudsmen/defensores-del-publico-en-la-prensa-latinoamericana-un-trabajo-complejo-que-busca-consolidarse